Opinion: Lack of access to surgeries for people affected by TB in Peru (in Spanish)

Las cirugías del tórax para personas con tuberculosis no pueden esperar

Se estima que en el Perú, unas 35,000 personas se infectan anualmente de tuberculosis (TB), y unas 2,000 mueren debido a este mal. Pese a que desde hace más de 20 años se cuenta con un programa que debe diagnosticar y brindar tratamiento gratuito contra la TB, unas 7,267 personas no son detectadas ni diagnosticadas por los servicios de salud, el 42.8% son niños.

TB Se puede tratar con todos los medicamentos de primera línea (isoniazida, rifampicina, etambutol y pirazinamida
TB MDR Resistente tanto al isoniazida como a la rifampicina (RMP), dos mejores medicamentos de primera línea:
TB TB MDR + resistencia a los mejores medicamentos de segunda línea: fluoroquinolonas y a por lo menos uno de tres medicamentos inyectables (es decir amicacina, kanamicina o capreomicina).

El Perú es además el país de América Latina que reporta el mayor número de casos de TB resistente a los medicamentos de primera línea, sólo en el 2016 unas 3500 personas fueron infectadas por TB resistente a los medicamentos, una cifra alta hasta entre los países más afectados por esta enfermedad, y que ha hecho que Perú, pese a ser un país de ingresos medios altos se encuentre en la lista de países más afectados por la TB multidrogoresistente.

País Personas desarrollando  TB 2016 Personas desarrollando TB MDR 2016
Brasil 87,000 2400
Kenia 169,000 3000
Perú 37,000 3500

Si bien el tratamiento contra la tuberculosis es esencialmente farmacológico, la aparición de  bacilos resistentes a los medicamentos antituberculosos crea la necesidad de adoptar  estrategias complementarias.  Uno de estas es la cirugía de tórax, en el Perú esta se ha realizado por varios años a personas afectadas por TB MDR con resultados positivos. 1Establecimientos de salud estatales,  como el Hospital Nacional Hipólito Unanue de Lima, no sólo lograron que las personas afectadas por la TB MDR mostraran mejoras, sino también mantener bajas tasas de mortalidad.2

Pese a la evidencia sobre el impacto positivo de las cirugías de tórax, este procedimiento fue suspendido en junio del 2016.  De acuerdo a la Dirección de Prevención y Control de la Tuberculosis la principal razón para a suspensión fue un tema financiero.   Entre los años 2010 y 2015 las cirugías de pulmón se realizaron con dinero del Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria (en adelante el Fondo).  Estas se realizaron  principalmente en establecimientos privados.  Así de los 83 cirugías realizadas entre el año 2010 y 2015, 17 fueron financiadas de manera conjunta por el Fondo y el Seguro Integral de Salud (15 de estas se realizaron en el Hospital Hipólito Unanue de Lima, y 2 en el Hospital Honorio Delgado de Arequipa); y 66 por el Fondo, y se llevaron a cabo en la clínica privada Stella Maris de Lima.

En el 2014 el Perú aplicó nuevamente a recursos del Fondo para financiar las operaciones del pulmón.  El proyecto es aprobado pero, de acuerdo al Ministerio de Salud,  el Fondo pone la condición de implementar medidas para que el procedimiento sea sostenible en el tiempo. 3  Esta condición ha sido traducida por el Ministerio de Salud como la  adaptación de salas de operaciones y cuidados intensivos de por lo menos un hospital público de Lima para que se puedan realizar las cirugías.

Si bien es de suma importancia garantizar que las intervenciones en salud se mantengan luego de la retirada del financiamiento externo, sorprende que el Ministerio de Salud decidiera suspender las cirugías, sin plantear una solución a corto plazo para atender a las personas afectadas por la tuberculosis que las requieren con carácter de urgencia.

Desde el Ministerio de Salud, se ha tratado de escatimar el problema de las personas en espera de las cirugías, así en julio del 2017, la Dirección de Prevención y Control de la Tuberculosis señalaba que 121 de las 127 personas que habían recibido la indicación de cirugía en los años 2015, 2016 y 2017, se encontraban esperando una cirugía, las otras 3 habían fallecido y otras 3 habían sido operadas (2 en hospitales públicos en el 2017 y una en un establecimiento privado en el 2016).4  En   agosto del 2017 la entonces Ministra de Salud, Patricia García redujó, ante la Comisión de Salud del Congreso,  el número de las personas en espera, señalando que a agosto, alrededor de 90 personas se encontraban esperando las cirugías de tórax.35   En octubre del 2017, en respuesta a una carta de organizaciones de personas afectadas por la Tuberculosis, la Dirección de Prevención y Control de la Tuberculosis informa que 128 de las 134 personas que habían recibido la indicación de cirugía entre los años 2015 y 2017, se encontraban esperando una cirugía.  Sin embargo,  en ninguna de las comunicaciones se informa sobre el estado de las personas, cuántas de estas necesitan ser reevaluadas, ni si han comenzado con el proceso de evaluación.

Además el Ministerio de Salud ha sido incapaz de brindar información sobre la fecha en la que se reiniciaran las operaciones de pulmón, lo que ha creado aún más desconcierto y malestar entre las personas afectadas por la tuberculosis. Así,  en agosto del 2017,  la entonces Ministra de Salud, Patricia García, afirmaba ante la Comisión de Salud del Congreso que las condiciones estaban dadas para iniciar las cirugías en octubre del 2017 en el Hospital de Emergencias Villa El Salvador (HEVES) del Ministerio de Salud.3  Un mes más tarde, su sucesor Fernando D´Alessio informaba que antes del final del 2017 se contaría con una sala de operaciones “para pacientes que padecen de tuberculosis” en el HEVES. 6En noviembre el mismo ministro D´Alessio señalaba que se tendría lo antes posible una sala de operaciones para personas afectadas por la Tuberculosis en el Hospital Hipólito Unanue.7  Finalmente en diciembre del 2017 el Minsiterio de Salud informó a las organizaciones afectadas por la TB que las personas serían evaluadas una vez se iniciaran las obras de las nuevas salas.

El Ministerio de Salud tampoco ha señalado por qué no se pueden tomar medidas para realizar las cirugías de los casos críticos en los establecimientos de salud públicos que hasta el 2015 las venían realizando (Hipólito Unanue de Lima y  Honorio Delgado de Arequipa), o en los hospitales en los que se han realizado algunas cirugías en el 2017 (Daniel Alcides Carrión y Naval).  Al parecer las autoridades del sector han asumido que las personas  afectadas por la tuberculosis que necesitan con urgencia el tratamiento complementario deben esperar.

La indolencia de las autoridades de salud es sorprendente.  En sus respuestas omiten indicar que el tratamiento estándar, es decir por medicamentos, no es el adecuado para las personas que necesitan la cirugía de tórax.  No se puede decir que las personas están en tratamiento, cuando se sabe que este  -solo con medicamentos- no responde a las indicaciones de tratamiento hechas por los propios médicos consultores de la Dirección de Prevención y Control de la TB.

Desde el MINSA se evita hablar de los efectos adversos que puede ocasionar exponer a las personas en espera de cirugía de tórax por un tiempo más prolongado de lo normal. Hay que tomar en cuenta que de acuerdo a algunos estudios, en el Perú las personas que reciben tratamiento regular para tratar la TB MDR tienen 11 veces más posibilidades de presentar efectos adversos que las personas que reciben tratamiento para TB sensible (Chung Delgado et al 2011). Otros estudios reportan que 54 % de las personas que reciben tratamiento para TB MDR tiene reacciones tóxicas al tratamiento (Herrera et al 20015), y se ha reportado que un 50% de las personas que reciben tratamiento de TB MDR sufren perdida de la audición (Seddon et al 2012).  Además el tratamiento incluye inyectables que además de ser dolorosos dejan secuelas en las personas que los reciben, limitando en muchos casos su movilidad, y capacidad para trabajar.

Las cirugías no son un tratamiento opcional. Tal y como señala la propia la Dirección de Prevención y Control de la TB , “no es un tratamiento de rescate” y debe abordarse desde el inicio, y las personas afectadas por la TB con indicación de cirugía, deben ser operadas los más pronto posible. Sabemos por información del MINSA que hay personas esperando desde el 2015. ¿Cuál es el estado de estas personas? ¿que secuelas les ha generado la espera? ¿quién va a responder por estas?

El gobierno tiene la responsabilidad de implementar las medidas necesarias para permitir el acceso a las cirugías de tórax.  El gobierno debe recordar que el tratamiento integral es un derecho, que tiene la obligación de respetar y no puede seguir indolente ante la situación de las personas afectadas por la TB.